Vivimos en la tierra, no encima ni dentro de ella. De ella salimos, no del cielo; a ella caemos, no al agua.
La tierra es nuestra principal referencia para saber si conservamos la vertical o no. Nos desplazamos de un lugar a otro para explorarla; la marcamos y la demarcamos para hacerla nuestra; la penetramos para extraer sus dones. La tierra es nuestro suelo común.
La tierra es femenina, pero ya no es la madre: ahora es la hermana mayor.
En Geografías invisibles, un grupo de once creadores ha decidido tomar la noción de ‘lugar’ —en el fondo, la idea ‘tierra’— como referencia. Así, nos presentan distintas variantes del paisaje (urbano, corporal, natural), retratos lúdicos, tejidos, fragmentos de la existencia orgánica, representaciones de animales… como otras tantas maneras de afincarse y afincar al espectador en el suelo (físico o metafísico). Y de éste toman los materiales y las formas de sus obras.
Recorramos en su compañía esos sitios, detengámonos a recordar de dónde somos.
Fernando Zamora Águila